THE STORY OF STUFE (La historia de las cosas)
Las corporaciones son más grandes que el gobierno y ellos mismos hacen que todo lo posible para que estén bien y los países no se arruinen.
La extracción es la explotación de recursos naturales, pero también es la que arruina al planeta porque estamos matando los recursos vegetales, animales y minerales, estamos matando muchas cosas sin medirnos y tenemos que enfrentarlos ya que los causantes de todo lo que ocurre somos nosotros, en éstas 3 últimas décadas sólo 1/3 del planeta han sido consumidos. el 80 % de los bosques originales del planeta han desaparecido.
Los materiales pasan a la producción y lo que usamos ahí son químicos, energía y recursos naturales para hacer productos tóxicos contaminados, hay más de 100.000 químicos sintéticos en el comercio actual solamente algunos han sido estudiados para saber cuál es el impacto en el medio ambiente ya que interactúan con todos nosotros a los que estamos expuestos todos los días. Todos estos tóxicos se acumulan en la cadena alimenticia y se acomodan en nuestros cuerpos y lo que está en la punta de la cadena alimenticia con el nivel más altos de los tóxicos es la leche materna que son consumidos por los bebés y son los que más sufren con estos tóxicos, pero también son los que trabajan en las fábricas, varones, y mujeres que están embarazadas se exponen a éstas sustancias tóxicas porque necesitan dinero y porque no hay otro sitio donde las acepten trabajar en su estado.
Muchas de las corporaciones que dicen que ayudan al país, a la sociedad a crecer y a desarrollarse no se dan cuenta que nos están matando muy silenciosamente, el Estado no hace nada para proteger o aminorar este abuso por parte de estos grandes, al contrario el Estado los favorece.
Una vez que estas corporaciones ya tengan su productos listo pasan a l fase de distribución que significa vender toda ésta chatarra tóxica lo más rápido posible y la meta de éstas organizaciones es que los precios se mantengan bajos, la gente siga comprando y que el inventario se mueva. Las organizaciones mantiene el precio bajo pagando a sus trabajadores sueldos demasiado mínimo y evitando pagarles los seguros tratándose siempre de externalizar los costos, eso significa que el costos real de hacer cosas no se reflejan en el precio y que nosotros no pagamos por las cosas que compramos sino los que pagan son los empleados ya que son explotados por estás grandes empresas.
Actualmente nos hemos convertido en unos consumidores o los llamados compradores compulsivos; cada vez las organizaciones crean más bienes de consumos y el mismo Estado contribuye a esto dejando que los grandes hagan lo que se les dé la gana creando así estrategias efectivas como es la Obsolencia planificada y la Obsolencia percibida, la primera está diseñada para el basurero, crean cosas que no son útiles por mucho tiempo y se acaban o se malogran rápidamente para que compremos otra; y la segunda es que creemos que las cosas son perfectamente útiles, cambiando el aspecto de las cosas de vestir u objetos para que la gente compre y sientan que viven en la modernidad y a la moda; y para ello éstas empresas hacen grandes campañas de publicidad haciéndonos ver que todas las cosas que nos rodean están mal y que si queremos sentirnos bien solamente basta que vayamos a comprar nuevas cosas, sin importarles que tal vez esa cosas no nos hacen feliz y nos hacen olvidar de la familia, de los amigos y nos vuelven adictos al trabajo y que cada vez tenemos menos tiempo de ocio, al ver la televisión la publicidad nos dice que compremos muchas cosas que nos harán feliz uno va lo compra al crédito y eso le obliga ya no descansar sino a trabajar para cubrir el préstamo realizado o poder comprar otra cosa que según las compañías nos harán felices. Cada vez compramos más cosas y también desechamos más cosas y son estas cosas que lo enterremos en un hueco contaminando el suelo, el agua y si lo quemamos contaminamos el aire y no nos damos cuenta que cada vez que hacemos eso creamos más tóxicos que a la larga nos hace más daño y creamos más enfermedades que no hay cura y sólo esperamos la muerte. Tan culpables como las grandes corporaciones también somos nosotros por no decir basta a todo lo que ocurre y hacer algo para que el Estado nos escuche y se dé cuenta que en la vida no todo es dinero también está el bienestar de la sociedad.
